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Poemas

Poemas: Rosina Lozeco

Rosina Lozeco comparte poemas inéditos y uno de su libro Moluscos (Iván Rosado). La poeta santafesina también publicó Cómo perder un trabajo en diez días (La Carretilla Roja) y El brillo de mi descendencia (Club Hem). “La escritura es algo muy amplio y yo juego, como en un mapa del Age of Empires, en la esquina más recóndita donde poca gente me ve”, dice.
Inéditos
En el cruce de dos calles, de otro barrio
no hay tiempo para cosas importantes
y a la vez
todo esto es importante.
Salgo de dar clases y espero el bondi
con el mismo portafolios que uso para ir a otro trabajo.
Los de la mañana vienen
a esperar a los de la tarde.
La transpiración como un escudo,
cada rima que tiran,
rebota y se evapora,
la remera sobre el hombro,
la calle limpia,
como ese abrazo de verano
los versos hacen eco
en el aire espeso de Pompeya.


Los ranchos de barro y chapa
parecen nidos de horneros futuristas
amontonados donde termina calle Mendoza,
el color amarillo de un cartel podrido
se mezcla con el óxido.
Un caballo atado y dos chanchos
cohabitan el borde de la zanja,
y se asustan cuando pasan
dos pibes en una playera sin pedales,
colgando del brazo llevan
un botinero negro y rojo, el sol
les pega en el lomo y brillan
como nadie más puede brillar en esta tarde.


El drama en la vida de mi hijo
es el momento en el que tiene que dejar
lo que está haciendo
para ir a bañarse.
Se queja un rato, entra ofuscado al baño
golpeando la puerta,
se desviste con bronca,
el ceño fruncido hasta que casi le duele la frente.
Quiero adelantarme en el tiempo
decirle que no gaste tanta energía en eso,
pero es algo que pasa
inevitablemente
como quemarse con la pava,
rascarse hasta que sangre,
llorar hasta caerse.
No puedo evitar mi acento
No puedo evitar mi acento
que a vos te causa gracia 
porque naciste en otra provincia.
Pienso que el que calla otorga
pero igual no quiero volver a hablarte.
Parada frente al espejo
me limpio la pintura a prueba de agua
y me pregunto por qué las mujeres
nos hemos concebido en el imaginario social tan reducidas
por eso termino con este ritual
de domingo al mediodía
meto el vestido en el lavarropas
y me pongo la remera sin corpiño
para ocupar un incipiente lugar de liberación,
aunque no voy a dejar de usar tampones
y me voy a seguir enamorando.

Moluscos, 2014
Sobre la escritura

La escritura es algo muy amplio y yo juego, como en un mapa del Age of Empires, en la esquina más recóndita donde poca gente me ve. Pienso que cualquier alfabetizado puede escribir, pero no todos son interesantes. En la poesía, que no se si existe como entidad pero sí como utilidad, hay muchos usuarios e intrépidos últimamente, pero a mí, que me estoy haciendo vieja y odiosa, me gustan unos pocos. Estoy escribiendo otras cosas ahora, tratando de no volverme una burguesa enojada por el encierro.

¿Qué estás leyendo?

Estoy llevando varios en paralelo porque tengo tiempo. Estoy con El peronismo y la primacía de la política de Feinmann el bueno, retomé de Facundo Soto ¿Por qué necesitamos a Superman? y me gustó mucho Anillos de Saturno de la Flor Giusti. Y además, volví a leer Casa Tomada porque empecé una serie que me pareció similar, la idea sobre todo, y terminé leyendo muchos cuentos de Cortázar otra vez, La isla a mediodía, La autopista del sur, en fin.