Lautaro Maidana nació en 1994 en Paraná. Hace radio y talleres en la Asociación Civil Barriletes y correcciones para la editorial Azogue Libros. Hace poco empezó a enseñar Lengua y Literatura en escuelas secundarias y a practicar calistenia en un gimnasio. Escribe en el taller Toda es persona es poeta.
La rata
La rata mira desde el tapial
La rata y sus ojos profundos
La rata con equilibrio de circo
La rata entrevera las cosas
La rata y sus ganas de jugar
La rata se acaricia las manos
La rata entra por las cañerías
La rata y su escurridizo cuero
La rata roe la pared
La rata adivina las trampas
La rata y su pariente el carpincho
La rata conquista el planeta
La rata y su inteligencia aguda
La rata sobrevive al tiempo
La rata de genes mutantes
La rata te eriza la piel
La rata duerme conmigo
El gusano
Hasta el gusano más torpe
raramente se rinde;
se esfuerza con cada
sección de su cuerpo
para salvarse de los peligros
de la dulce tierra.
Por desgracia, yo,
un ser evolucionado,
no me comporto así.
Me gustaría tener
la perseverancia del gusano
cuando estoy en el gimnasio
y mi entrenador me pide
que entre en modo bestia
para hacer el circuito
de cien push ups en el suelo,
cien más en la barra media
y otras más en las paralelas.
Siento que no aguanto
mi propio cuerpo.
O tal vez sea él
quien no me soporta.
En ese momento
quisiera no rendirme,
ser como el gusano,
llegar a un level up,
transformarme en mariposa
o en super sayayin
para que nuevos poderes
me sostengan
por un poco más de tiempo.
La ballena
Soy blanca con la aurora,
azul al mediodía,
y negra con la noche.
Mi barrio es el océano.
Mi canto compite
con el de las sirenas
en belleza.
Mis aceites han cotizado
mucho más que el petróleo.
Y mi enorme proporción
interrumpe el horizonte.
Entonces el mar
ya no es infinito
para quienes se han
acercado a sus playas
a observar cómo retozamos
con mis compañeras.
Somos muchas
y nos hemos reunido
no para defendernos
de los cazadores
sino para amarnos
en esta ópera
que los convierte
en voyeures indiscretos.
La tostada
La imagen que creés ver en la tostada
no es un signo de realismo mágico.
Solo dice que la miga se quemó de más
pero vos igual la untaste y la comiste
porque no tenés otra cosa,
y porque también te encanta
el sabor a pan quemado
que te recuerda a tu abuela,
a tu mamá, y al primer desayuno
que compartiste con alguien
que no era de tu familia.
Ese encuentro te enseñó
que nadie es igual a nadie
adentro de una casa
y que lo más lindo es compartir,
aunque más no sea,
unas rodajas secas
de pan con mermelada
sin que eso signifique algo.
Sobre la escritura
Escribo poemas en el taller Toda persona es poeta. Fuera de eso, también llevo adelante un diario. Supongo que quise empezar a escribir literatura por exceso de lecturas, como le ocurrió a Graciela Montes, pero soy demasiado torpe y no tengo nada interesante que decir. En general, escribo para hacer menos aburrida mi vida y tener una ocupación inútil.
¿Qué estás leyendo?
Cuando me ofrecieron publicar algunos poemas en Charco, estaba terminando La vida tranquila, una novela muy provincianade Marguerite Duras. Y desde hace unas semanas voy de acá para allá con algunos libros de poesía, en especial con los Poemas humanos de César Vallejo, que me acompañan en la tristeza de estos días.