Fotoreportaje por Victoria Carballo. Escribe Agustina Lescano.
-Recuerdo que venía con mi nene, y esto era un paraíso. Se armaban lagunitas, esteritos, con una diversidad de pájaros y animales increíbles. Ahora se está destruyendo, porque hay residuos y quema de basura. Evidentemente, los pájaros no lo ven como un lugar muy saludable.
Tamara Rojas Molina es una de les vecines de la costa que se autoconvocaron para limpiar el basural a cielo abierto que está en calle 8 y la Laguna Setúbal, apenas empieza la comuna de Arroyo Leyes. Es a la altura del km 10,8 de la Ruta 1. No se llega a ver el agua, que está un poco más allá: lo que brilla es todo bolsa. Bolsas camiseta, de consorcio, de 20 kilos de alimento para perro, paquetitos de anilina, de toallitas, sachets de café. Algunas ya forman parte del barro, hay que tironear y levantar un pan de tierra para sacarlas del fondo. Las más nuevas vuelan lento hasta llegar a la laguna.
El grupo autoconvocado decidió empezar, el sábado 4 de mayo, por recolectar bolsas y plásticos. En dos horas y media de trabajo lograron cubrir una superficie de 300 metros cuadrados, y todavía quedó mucho por juntar. Todo ese terreno forma parte del valle aluvial de la Setúbal, seco en medio de una bajante extraordinaria.
-La Comuna nunca hizo ningún tratamiento y ahora directamente entierra la basura. Es obvio que cuando crezca el agua, todo el plástico va a subir – explica Tamara, dedicada a sacar plásticos enganchados en unas pajas, entre los varios que quedan atrapados por los espinillos y otros yuyos del bañado- La comuna tiene que empezar a hacerse cargo, mientras tanto nosotros somos quienes nos podemos encargar de la basura en nuestras casas, sobre todo en una comunidad como la nuestra. Comprar con bolsa de tela, llevar tapers a los comercios y ver qué consumimos, porque mientras más envases usamos, nos volvemos productores de una montaña de basura- resume.
El mismo grupo de vecines autoconvocades presentó un pedido de audiencia a la comuna presidida por Eduardo Lorinz, para tratar con urgencia la necesidad de erradicar los basurales a cielo abierto. “No está solamente la basura de los domicilios, también tiran el nylon de las quintas de frutilla, mulching le dicen, que está contaminado con glifosato y con cada creciente se traslada por los ríos de la región”, describió Daniel Acosta, minutos antes de la entrega del petitorio en la sede comunal, a la altura del km 12.
Cecilia Moscovich, otra de las activistas, agregó que el reclamo surge “del dolor de ver cómo se está destruyendo un ecosistema vital y del amor hacia el humedal que tenemos que proteger”. De las temáticas ambientales, precisó, “la de los residuos es una de las pocas que puede resolverse fácilmente, sin esperar a que cambie el sistema capitalista. El Estado es responsable y no tiene excusas; pero los ciudadanos podemos hacer mucho, porque la basura es la que descartamos en nuestra casa”. Después de entregar la nota, les vecines pelaron su ironía e invitaron a hacer una Recorrida turística por el basural a cielo abierto de Arroyo Leyes. Cristina Aimaretti, artista de la zona, recitó sus Cartas de amor al bañado y después hizo entrega de unos souvenires preciosos, hechos con caracoles y pedazos de bolsa recolectados.
El reclamo, en primer lugar, es para que se acelere el funcionamiento del consorcio de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU) de la Costa, integrado por Santa Rosa de Calchines, Arroyo Leyes y Rincón. A fines de junio comenzaron las tareas -postergadísimas- en el predio de Rincón destinado a la construcción de una planta de transferencia. La planta, una vez en funcionamiento, es donde se van a recepcionar los residuos de las tres localidades y separar los recuperables. Lo que deba ir a depósito final, se trasladará al relleno sanitario de Santa Fe.
Los rellenos sanitarios son obras de ingeniería diseñadas para contener los residuos sólidos urbanos no reciclables, y reducir de esa forma los impactos sobre el ambiente y la salud pública. Concretamente, son instalaciones físicas que parten de una excavación del subsuelo, en cuyo interior se dan procesos físicos, químicos y biológicos complejos que determinan la compresibilidad y el asiento de los residuos. La extensión del terreno y el volumen de residuos que recibe, entre otros factores, determinan la vida útil del relleno.
El actual relleno sanitario de Santa Fe fue inaugurado por Mario Barletta (entonces intendente) en 2010. Está en Circunvalación Oeste y Hernandarias, en barrio Las Lomas, por fuera del anillo de defensa del río Salado. Antes de su construcción, el proyecto recibió una serie de denuncias. Especialistas advirtieron que el lugar elegido era inundable y que la cercanía al Salado implicaba posibles contaminaciones del curso de agua y riesgos ambientales para les vecines, frente a crecidas o erosiones continuas de la costa.
Hace rato ya que hay basura estancada en los reservorios, a la altura de la Estación de Bombeo número 5 y atrás del campo de golf del Jockey Club, por donde entró el agua en la inundación del 2003. En campaña, el actual intendente de la capital, Emilio Jatón, afirmó que la vida útil del relleno llegará a su límite en 2021.
Les vecines de la costa afirman que el relleno está colapsado y reclaman políticas públicas urgentes y superadoras. Presentaron en el Ministerio de Ambiente de la Provincia una copia del petitorio entregado en Leyes e incluso elaboraron y entregaron una propuesta para una campaña de educación integral que busque reducir la cantidad de residuos que llegan a la instancia del depósito final. La noción básica es que no hay mejor residuo que el que no se tira y se puede empezar por fomentar de manera efectiva medidas sencillas como la reducción de plásticos de un solo uso, la correcta separación en origen y el compostaje de los húmedos.
Programa GIRSU
Cuando asumió en la municipalidad de Rincón en 2013, Carlos Sánchez declaró a LT10 sobre el tema de la basura. Dijo que ya se estaba comenzando a trabajar junto a José Corral, entonces intendente, para llevar los residuos húmedos al relleno de Santa Fe. Pero el consorcio recién se formalizó en 2018, dentro de la actual gestión de Silvio González.
El marco legislativo vigente -desde 2009- es la Ley Nº 13055, conocida como Basura Cero. El texto se basa en “principios de sustentabilidad y regionalización para priorizar el tratamiento y la gestión mancomunada de los residuos”. En su artículo 17 crea el programa GIRSU “de asistencia a los municipios y las comunas para el tratamiento y disposición final de manera regional y asociativa”; y permite “viabilizar la aplicación de recursos en el marco de la estrategia provincial”.
La Ley establece que los municipios y las comunas pueden constituirse en consorcios regionales, organismos públicos supramunicipales. De ahí viene la creación de consorcios GIRSU en todo el territorio provincial. El consorcio de la costa se formalizó con la firma de un acta compromiso de los presidentes comunales, Carlos Kaufmann de Santa Rosa de Calchines y Eduardo Lorinz de Arroyo Leyes, junto a Silvio González. Fue un logro de la lucha de les vecines de la costa y las organizaciones de la zona. Nucleadas en la Coordinadora de Organizaciones No Gubernamentales de la Costa, fueron quienes sostuvieron el reclamo y la necesidad de concretar un tratamiento integral de la basura, sobre todo, a partir de la explosión inmobiliaria de comienzos del milenio.
En noviembre de ese mismo año, 2018, la provincia aportó 10 millones de pesos al consorcio, destinados a la ejecución de estudios, obras, adquisición de máquinas y herramientas para la puesta en marcha de la planta de clasificación y la puesta a punto de la planta de transferencia. El ministro de Gobierno de aquel momento, Pablo Farías, afirmó que se estaba “corriendo una carrera contrarreloj contra el cambio climático global que hoy, en distintas partes del planeta, están produciendo consecuencias trágicas. Los científicos coinciden en que si no revertimos en un corto plazo los efectos nocivos que estamos produciendo sobre el ambiente, se va a complicar la vida en el planeta”.
El terreno para la planta está ubicado a la altura del km 8 de la Ruta 1, en Rincón. En 2019, se licitaron cintas transportadoras, volquetas para los residuos clasificados y prensas para enfardar los residuos recuperables y un camión roll off para el traslado de los residuos a depósito final en Santa Fe. En los primeros meses del pandémico 2020, los reclamos de les vecines de la costa y cierta cobertura mediática -una nota en el cable de Rincón y un informe especial de la periodista Bárbara Favant- movieron el avispero y se comenzaron a hacer tareas de nivelación del suelo.
Desde el Ministerio de Ambiente de la Provincia dicen que no le corresponde a la Provincia convocar una reunión entre gobernantes y ciudadanes en el marco del consorcio, como si se trata de mediar en un conflicto. ¿No se persiguen los mismos intereses de protección del ambiente y la salud? Hasta ahora, las únicas respuestas por parte de Lorinz fueron declaraciones a El Litoral diciendo que “no entiende de qué se quejan los vecinos”. No respondió qué se hace con la basura hasta que la obra esté terminada. Tampoco él ni nadie responde qué sentido tiene trasladar los residuos de las tres localidades, con el costo de traslado que implica, hacia el relleno sanitario de Santa Fe, colapsado. La ejecución de la obra es necesaria, pero la necesidad de erradicar los basurales a cielo abierto es urgente y la crecida no va a esperar los tiempos del funcionariado.
No sé si vivo en un campo o en un basural
Tanto el petitorio como la jornada de recolección en Leyes se suman a una serie de activaciones que comienzan a articularse. El eje es un reclamo ambiental integral que crece hace más de diez años y que es de toda la cuenca hídrica del Salado y del Paraná. En mayo, vecines, autoconvocades, clubes náuticos, organizaciones y ciudadanes firmaron una carta dirigida a Omar Perotti, a la ministra de Ambiente y a la Cámara de Diputados de la provincia, en reclamo de políticas efectivas para la gestión de los residuos y de los vertidos directos al agua para que cese la contaminación de los ríos. Advirtieron sobre la importancia de limpiar la costa antes de la próxima crecida.
En Rincón, los reclamos direccionan al basural a cielo abierto en San Martín y Pintos, al noroeste de la jurisdicción. La visita guiada que les vecines hicieron a modo de chiste por el basural del Leyes, en el de Rincón parece ser parte de la bizarreada cotidiana. Cada tanto llegan al basural contingentes de bikers que se detienen a preguntar cómo llegar hasta el terraplén. A menos de un kilómetro de la ruta, empiezan las montañas de residuos y se notan las áreas negras donde se iniciaron quemas.
-Yo antes podía decir que vivía en un lugar lindo, ahora no sé si vivo en el campo o en un basural- dispara Rosana Maciel, una vecina de las 15 familias que viven en esos terrenos. En la entrada a su casa, la Municipalidad hizo su propia intervención humorística. Hace un mes, puso un cartel que reza Vertedero controlado.
La recolección de residuos es municipal, a diferencia de Santa Fe, en donde Cliba y Urbafe tienen la concesión. Rosana, como muches de sus vecines, trabaja como recuperadora en el basural sin ningún tipo de reconocimiento por parte del municipio, ni hablar de derechos laborales o siquiera protección para su salud. Afirma que desde la intendencia han ido a registrar los datos de les recuperadores, pero nada más.
La mamá de Rosana trabajó toda su vida del cirujeo y apunta que hace más de 20 años se arrojan residuos en el lugar. Obviamente, sin ningún tipo de control. Antes, simplemente se tiraban más cerca de la orilla. En esa zona, cuando crece el agua llega hasta la ruta y tapa las casas y ranchos hasta la mitad. Con cada crecida, la basura se fue acercando cada vez más a la ruta hasta rodear las casas. Cuando baja, queda toda la mugre, se arruinan hasta las aberturas y hay que empezar todo de nuevo. Hay una promesa incumplida de terminar el tramo de la defensa.
-Tengo 30 años, estoy acá desde que tengo noción. Fue cambiando como fue cambiando el intendente. Cada vez más descuidado, porque las gestiones se dedicaron a asfaltar, poner nombres de calles, crear proyectos, plazas. Cosas de las cuales obviamente no estoy en contra, pero acá…mucho pasto verde allá y acá nada- capitula Rosana. -A ellos no les sirve hacer el terraplén, a veces parece que se aprovechan de la necesidad de la gente para que el municipio ayude. ¿Pero qué nos dan a nosotros? medio kilo de arroz, una polenta…todo es negocio y les sirve lo mal que estamos viviendo.
En verano, el olor y las moscas hacen el basural inaguantable. Las familias tienen que traer bidones de Rincón o consumir el agua que bombean desde abajo del suelo tapado de basura, que no sirve ni para lavar la ropa. Misteriosamente, las chicas y los chicos, primera generación que crece en el vertedero controlado de Rincón, no se enferman nunca.
“Muchas localidades, en el marco de otros consorcios GIRSU de la provincia, comenzaron con basurales y con vertederos, y progresivamente se fue avanzando hacia una regularización de esos trabajos, que son eminentemente informales y realizados en condiciones que atentan contra los derechos humanos de las personas, en el marco de cooperativas o grupos de trabajos organizados a través del Estado, hacia un trabajo más digno y condiciones de vida más saludables”, explica Ignacio Millesimo, subsecretario de Desarrollo Urbano, Recursos Hídricos y Ambiente de Rincón. Sobre calle Pintos, describe que “han proliferado las viviendas, en el marco del sistema que todos los días deja afuera a los más necesitados, y Rincón no es la excepción” e informa que desde el área de Desarrollo Social se monitorean cuestiones sanitarias y de escolaridad .
Agrega que si bien todavía no están definidos los puestos de trabajo que pueda llegar a haber en el futuro en la planta de transferencia, ”no sería descartable pensar en los mismos recuperadores que ahora lo hacen de manera informal, para que puedan trabajar en mejores condiciones”, y que para avanzar en la segunda parte de la obra de infraestructura se espera que se concrete el apoyo correspondiente por parte del gobierno provincial.
Seguridad y territorio
En la zona de la costa abundan los emprendimientos que trabajan con la recuperación de vidrios y plásticos. También, proyectos culturales y educativos que a través del uso de ladrillos ecológicos, por ejemplo, contagian de a poco la perspectiva ambiental en la comunidad. “Buscamos maneras para no dejarle a la naturaleza lo que no es de la naturaleza, que viene de esta forma tan equivocada que tenemos de consumir y de consumirnos”, explicó Tamara Rojas Molina, entre les otres vecines que encararon la limpieza del basural en Arroyo Leyes. Irma Gabutti, también vecina del Leyes e integrante del grupo, es referenta de un espacio comunitario, El Baldío. Desarrollan el proyecto de Huerta orgánica Manos vivas, con jóvenes de 16 a 30 años.
Gabutti fue dos veces candidata a presidenta comunal de Arroyo Leyes con el partido Vecinos. Señala que se tiene conocimiento de que la comuna está enterrando basura en el lecho de la Laguna. Cuando el agua suba y levante todo, va a ser una catástrofe, tanto para el lado de Santa Fe como para el pueblo. “Mucha gente tiene un compromiso con la comuna, desde el trabajo hasta el arrendamiento de la casa. Lamentablemente, el presidente comunal trabaja como patrón de estancia y hace lo que quiere”, explica.
-Acá en la costa hay muchas organizaciones que venimos trabajando desde hace años. Tenemos que hacer un posicionamiento político muy fuerte, porque a los vecinos la comuna los ningunea. Necesitamos reunir a los dos presidentes comunales y el intendente de Rincón y plantearles que no queremos que decidan por nosotros cómo tratar la basura. Sabemos que el relleno sanitario de Santa Fe está colapsado, no pueden decir que ese es un modelo a seguir. Pretendemos otro tipo de tratamiento que no tenga tanto impacto en el medioambiente. Somos quienes habitamos este lugar y queremos preservarlo, la decisión es de todas las personas que tenemos derecho a decidir cómo producir nuestros territorios y cómo queremos vivir- declara Gabutti.
Cuenta Irma que les decían “el partido de los hippies, porque nuestra plataforma partía del derecho de los ciudadanos a vivir y preservar el territorio donde vivimos, desde la mirada del ecofeminismo y de la ecología”. En 2017, Vecinos salió segundo y Gabutti entró a la Comisión Comunal. El mismo Lorinz quiso instalar sobre la Laguna una planta de tratamiento de cloaca. “Trabajamos fuertemente para evitar eso que era una locura, pareciera que tiene una afección con la laguna”, recuerda. En 2019 volvieron a presentarse, contra Lorinz, un candidato del PRO y otro del socialismo. Salió segundo el socialista, un comerciante “con una mirada muy hacia el orden, la seguridad, el palo y a la bolsa”, recuerda Gabutti sobre la campaña. Ahora, “hay dos machirulos manejando la comuna, que hacen negocios juntos, no hay una oposición”, define. Lorinz es justicialista, partido que se perpetúa en el mandato desde la fundación de la Comuna en 1990.
Actualmente, Vecinos está en pausa en cuanto a lo partidario para dar lugar a otras construcciones políticas en el Leyes. “Cuando piden seguridad están en realidad pidiendo policía para cuidar la propiedad privada, lo que tenemos que disputar es el sentido de la palabra seguridad, y eso lleva tiempo”, concluye Gabutti.
No hay más lugar para nuestra basura
Cecilia Moscovich explica que el proyecto de campaña educativa integral en GIRSU que acercaron al Ministerio de Medio Ambiente de la Provincia de Santa Fe se estructura en tres ámbitos: medios de comunicación, educación y espacios públicos. Escritora y mediadora de lectura, Cecilia es también profesora de Historia y conoce el trabajo en lo público. “Planteamos un enfoque integral transversal a todos los ministerios. Por ejemplo, dentro del Ministerio de Educación relevamos varias iniciativas que trabajan GIRSU desde la gestión anterior, que habría que priorizar. Así como con el inicio de la aplicación de la ESI, la educación ambiental tiene que atravesar todas las áreas”, asegura.
Las propuestas apuntan a aprovechar el potencial de 5RTV y a que todos los edificios públicos de la provincia integren etapas de la separación y recuperación de los residuos, entre otros puntos. “No se va a solucionar el tema de la basura sin una toma de conciencia de parte de la ciudadanía de cómo se consume y cómo se desecha. No puede ser que en escuelas grandes no haya campanas para separar, siendo que el espacio también educa”, apunta Cecilia.
-Somos muchos que estamos cansados de que se siga tirando la basura en el lecho, contaminando el agua no sólo de la Laguna sino río abajo, la misma que después tomamos desde Santa Rosa de Calchines hasta Coronda. Desde las gestiones de Provincia, Arroyo Leyes, Rincón y Santa Fe, todos acordaron que ya estaban trabajando y que iban a poner más presión en el asunto, pero lamentablemente los basurales siguen estando, la limpieza no se da- precisa Gabriela Ferrer, abogada e integrante del Centro de Protección de la Naturaleza, otra de las impulsoras del reclamo ambiental. -Tenemos una ley que ha dejado mucho que desear, ahora empezaron a construir la planta de transferencia, la gran promesa, pero va a llevar su tiempo ¿y mientras tanto qué?- pregunta.
Como se repite una y otra vez desde la lucha del Consorcio GIRSU de la Costa, hay que abandonar ya mismo del paradigma de la reducción del daño ambiental hacia otro que priorice la reducción progresiva de plásticos de un solo uso, y de los residuos no reciclables de manera integral. En la ciudad Santa Fe hay micro y no tan micro basurales desparramados por prácticamente todos los barrios fuera de los bulevares, donde lo urbano y los servicios públicos se esfuman en lo rural o lo contaminado. Está el de Varadero Sarsotti, los que hay por todo el cordón oeste hasta llegar al Camino Viejo a Esperanza, entre Las Lomas y Cabal; para el otro lado de la ciudad hay en Alvear, en Coronel Dorrego, también está el Bajo Judiciales, por el camino que llega al Chaquito a la vera de la Laguna. Tampoco sobre el Canal de Acceso, el río y el riacho Santa Fe hay siquiera una recolección adecuada de los residuos; y las organizaciones de Alto Verde y La Vuelta del Paraguayo no se cansan de reclamarlo. En la costa del Salado, también se están autoconvocando vecines para limpiar las playas de Santo Tomé.
Mientras tanto, el riesgo de contaminación de la cuenca hídrica crece, y no sólo en las costas santafesinas. Río arriba, cada cierto tiempo se denuncia que el vertedero Cateura en Asunción está colapsado, en riesgo permanente de una catástrofe ambiental por contaminación del río Paraguay con consecuencias imprevisibles.
Mientras tanto, lo que producimos, consumimos y descartamos está siendo enterrado en los lechos de los ríos del litoral. Les recuperadores urbanos viven y trabajan en condiciones sumamente precarias de hábitat. Los proyectos de reciclaje de residuos podrían ser parte de un trabajo en red con fomento público; y las familias involucradas con la gestión integral de los residuos, trabajar en condiciones dignas por la protección integral del medio ambiente.
Basurales a cielo abierto en Rincón y Arroyo Leyes
Fotorreportaje por Victoria Carballo